Las tartas de huevo, un postre originario de Portugal, han conquistado los corazones de innumerables amantes de los postres con su encanto único desde que fueron introducidas en China desde Macao. La piel dorada y las capas de merengue caen al más mínimo roce, como hojas caídas en oto?o, ligeras y poéticas. En el corazón de esa tarta de huevo regordeta hay un relleno de natilla suave y sedoso, que es dulce pero no grasoso. Puedes sentir el rico aroma lácteo y el ligero sabor a caramelo en cada bocado. Se mezclan perfectamente en la boca, aportando un sabor incomparable. disfrute.